A veces nos topamos con curiosidades que no pueden dejar de
sorprendernos. El otro día nos contaron que el primer europeo que pisó
Corea (y que esté documentado) no fue otro que un español; concretamente
un jesuita, Gregorio de Céspedes, que pisó nuestro suelo en diciembre
de 1593 y fue testigo, además, de la invasión japonesa impulsada por
Toyotomi Hideyoshi, un daimyō (señor feudal) que albergaba el sueño de
conquistar China y que ocupó gran parte del territorio coreano, sin
demasiada fortuna.
El padre Céspedes, según leemos en un estudio del experto Chul Park,
era hijo del alcalde de Madrid y residía en Japón desde 1577. Lo que
hace especial su visita (aparte del mero hecho testimonial de que fuera
el primer “turista” europeo) es que escribió cuatro cartas desde Corea
que son las primeras notas informativas escritas personalmente por un
poblador del Viejo Continente desde tierras coreanas. Céspedes
permaneció solo un año, en plena invasión. Al parecer, en escritos de
sus compañeros de orden se describe al pueblo coreano como autor de una
artesanía notable con una actitud culta, dispuesta y civilizada.Lo
curioso es que en Villanueva de Alcardete, pueblo manchego donde nació
nuestro ilustre visitante, hay un centro cultural que lleva su nombre y
donde sus conciudadanos disfrutan de un montón de actividades y que
sirve para que coreanos y españoles estrechen lazos. ¡Nosotros lo
hacemos cada día!
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